"Como universitarios, como intelectuales que incursionan en la acción instrumental para cambiar el mundo (...) tenemos que admitir una mirada autocrítica sobre nuestro hacer y nuestro pensar (...) implica no tener proyectos de poder corporativos y reconocer respetuosamente al otro en su rica diversidad, tejer alianzas, contribuir a recuperar e hibridar recursos públicos, sociales y privados (...) implica vernos no como donantes unilaterales sino como partícipes en una red de reciprocidad a la cual apostamos con nuestro trabajo voluntario"
José Luis Coraggio
La Economía Social como un marco de sentido para las relaciones entre la universidad y las comunidades.

lunes, 25 de marzo de 2013

Informe de la Comisión de Seguimiento sobre el proyecto “Argentina Trabaja en la Universidad Nacional de General Sarmiento” durante el año 2012


Claudio Abrevaya, Susana Hintze, Ruth Muñoz y Walter Pengue



Esta Comisión ha recibido durante el período indicado informes periódicos que dieron cuenta del proceso y los avances del proyecto “Argentina Trabaja en la UNGS” (Proyecto PRIST/AT) a través de los materiales producidos para el Consejo Superior y las  reuniones mantenidas con integrantes del Centro de Servicios, de la Unidad Ejecutora y los propios cooperativistas.

Todo ello ha permitido contar con un caudal de información que posibilita realizar la breve evaluación y sugerencias para el futuro que se presenta a continuación,  destacando algunos aspectos importantes vinculados al proceso, los logros y los desafíos que enmarcados en un programa de trabajo tan complejo y diverso que interpela a nuestra Universidad  en términos de su vinculación con el Estado y la  comunidad, así como en lo que hace a sus funciones de formación, investigación y servicios.  

Consideraciones generales

La primera cuestión –de carácter general- que queremos destacar es que, en el marco apropiado, con el seguimiento adecuado, distribuyendo las funciones, dedicando tiempos y esfuerzos, en el proceso desarrollado en la UNGS se ha logrado adecuadamente el cumplimiento de las metas previstas y reprogramadas, a la vez que se ha avanzado en la formación y alcanzado importantes niveles de contención y de integración de las y los cooperativistas. Resalta en este punto el papel jugado en estos planos por las actividades realizadas (tanto culturales como en relación con empresas y emprendimientos) así como el impulso dado en la UNGS a los programas propuestos por el MDS (FINES, Promotores de Salud). Deseamos en particular señalar las acciones que tienen una impronta propia en sentidos y contenidos como los talleres (con eje en Derechos Humanos, Género y Economía Social), los aportes en materia de seguridad del trabajo (IdeI), el Proyecto de Huerta Demostrativa Modelo (Área de Ecología del ICO) y los que se están gestando en estos días como la vinculación con programas que acercan a la lectura por parte de adultos, llevado adelante por parte de la Biblioteca.

En segundo lugar, nos interesa resaltar la valoración altamente positiva de las y los cooperativistas de las condiciones de trabajo (respeto, manejo de conflictos, encuadre específico en las tareas previstas por el convenio, etc.), sobre el entorno laboral y la calidad de las relaciones que los integrantes del Centro de Servicios, la Unidad Ejecutora y otros involucrados en la UNGS generaron en el proceso   (especialmente apreciado en testimonios de mujeres contrastándolo con experiencias de programas anteriores fuera del ámbito de la UNGS).

Una tercera cuestión que destacamos es el desarrollo de la investigación que la UNGS decide realizar a fin de convertir al proyecto  en “un objeto de conocimiento en si mismo”, lo que ha posibilitado documentar de manera sistemática, metodológicamente rigurosa y técnicamente informada la marcha del proceso, el aprendizaje realizado y las dificultades encontradas.

Sobre la continuidad del proyecto: alcances y desafíos

La investigación mencionada ha mostrado las dificultades en la organización del trabajo y en la gestión del proyecto que derivan del carácter del programa, extensible al conjunto de los intentos de promoción de la puesta en marcha de cooperativas en el marco de políticas públicas y no solo a los del PRIST[1]. El informe final es así mismo claro sobre las cuestiones a profundizar (conformación e identificación cooperativa, género, la interpretación de la experiencia por parte de la propia Universidad, entre otras).

Consideramos en ese marco que estamos transitando bien un camino que sabíamos problemático. El proyecto ha logrado en un año importantes avances en la configuración de de una identidad grupal de las cooperativas, a través de una dinámica que permitió consolidar colectivos claramente delineados aunque no sea todavía “posible describirla como asociativa o cooperativa”, de acuerdo con lo que señala el informe final.

Como es de esperar los logros son parciales (al respecto cabe recordar que una  experiencia cooperativa emblemática como la de Mondragón incuba las nuevas cooperativas durante cinco años). Las y los cooperativistas requieren de la continuidad del apoyo y coordinación para avanzar en los logros hasta el momento obtenidos y consolidar el proceso colectivo de trabajo y producción con miras a lograr mejores condiciones de sostenibilidad de las cooperativas en el futuro.

Procesos como los propuestos en el proyecto necesitan tiempo de maduración y organización y una mayor capacitación para que, quienes deseen continuar en este programa a través de nuestra Universidad, logren la formación necesaria para cristalizar lo que denominan cooperativas genuinas de trabajo. Es también de esperar que como todo proceso colectivo de estas características los resultados sean diversos: algunos seguramente lo lograrán y habremos cumplido con la intención del proyecto, la de apoyarlos en el ese camino. Otros quizás no, pero igualmente se llevarán de su paso por la Universidad el recuerdo de una institución que promovió, contuvo y apostó al proceso de trabajo, habiéndose acercado en la mayoría de los casos por primera vez, a una Institución pública que, más allá de este programa, puede ser un nexo para que ellos mismos culminen con sus estudios secundarios, algunos ingresen al grado o bien sus propios hijos encuentren aquí una puerta abierta.

En este sentido, de los informes se desprende que los cooperativistas han destacado la formación que han recibido. Pero también destacan que sería muy importante contar con una formación técnica en alguna tarea u oficio vinculado a artes que les puedan brindar una herramienta para la consolidación de las cooperativas en el sentido de que en un futuro, puedan considerarse cooperativas sostenibles Este es un aspecto en el que sugerimos centrar los esfuerzos de seguimiento y capacitación si se concreta un nuevo convenio.

Al respecto, vale la pena especificar que en un último intercambio con cooperativistas realizado en diciembre del año pasado en la que participamos integrantes de esta Comisión, hemos percibido interés en formarse en varias líneas en las cuales nuestros profesores, estudiantes y sus redes pueden participar. A título de ejemplo puede mencionarse la formación en ciertos oficios y tareas, en los cuales los ingenieros pueden aportar; la mencionada seguridad en el trabajo; la construcción de canales alternativos para la comercialización, inscripción y registro cooperativo; formación técnica para la producción de alimentos, trabajo en la huerta, en la chacra, en la preparación y formación como viveristas (una actividad posiblemente de interés para la zona) y otras tantas actividades que podrán explorarse a través de un breve diagnóstico inicial y la continuación del trabajo conjunto.

En definitiva, varios grupos de cooperativistas han demostrado sumo interés en acogerse a estas instancias y en la continuación del programa en la UNGS. Desde la Universidad, la unidad ejecutora ha realizado un buen trabajo, si bien quizás, si se hubiera promovido una mayor acción hacia dentro de la misma institución, se podrían haber ampliado logros y compromisos. Las unidades de investigación, formación y servicios de cada uno de los Institutos están en condiciones de colaborar e incluso promover hacia su entorno interno, una mayor participación la cual debería explorarse e incentivarse en una nueva etapa.

Finalmente, deseamos puntualizar la importancia que otorgamos a la continuidad de este proceso vía la renovación del convenio a través de una o varias de las obras/proyectos propuestos en el informe final o de alguna otra alternativa que pudiera surgir a partir de intercambios con sectores internos y externos. No hacerlo implicaría, a nuestro juicio, dejar inacabado un rico proceso de aprendizaje institucional en el marco del compromiso con su medio que la UNGS ha demostrado de muy distintas maneras desde su creación.


Comisión de Seguimiento

Los Polvorines, Buenos Aires, Marzo 15, 2013.


Apreciaciones adicionales de Claudio Abrebaya
En el caso de uno de los miembros de la comisión de seguimiento, Claudio Abrevaya, se mantuvo un contacto más estrecho en virtud de que tuvo a su cargo el dictado de la capacitación sobre riesgos laborales, los accidentes de trabajo y los cuidados a la salud. En este sentido, dada la riqueza de su valoración sobre la experiencia, presentamos a continuación unas breves apreciaciones personales que fortalecen el posicionamiento de renovar los esfuerzos por la continuidad de la ejecución del Programa en la UNGS.
“Mis conclusiones respecto a la experiencia vivenciada en estos meses en la UNGS con el programa “Argentina Trabaja” a través de mi participación en la Comisión de Seguimiento es la siguiente.
Me resultó sumamente valiosa y enriquecedora la experiencia de interactuar con los integrantes de las diferentes cooperativas. Particularmente hablando de las temáticas en que  intervine encontré una gran receptibilidad e interés por parte de la mayoría.
Al plantearse conceptualmente los diferentes factores de riesgo aparecían muchos trabajadores que se animaban a exponer sus experiencias personales, en general traumáticas y negativas.
Ello servía para poner más ejemplos prácticos a los conceptos que yo plantaba ayudando a la comprensión integral de las problemáticas. En general asumieron que fue la primera oportunidad en que durante una práctica laboral se detenían a explicarles los cuidados para con su salud y su integridad. También manifestaron que era (para la mayoría) la primera situación de trabajo en la cual se les brindaran tanto ropa como elementos de protección personal y además, la capacitación para que puedan afrontar sus tareas con los mínimos riesgos de producción de accidentes.
Reitero que la experiencia me resultó sumamente interesante por la gratitud encontrada en todos los participantes y rescato algo que nunca me había pasado que fue la libertad y la sinceridad mostrada por el numeroso plantel femenino que planteaba el trato denigrante y discriminatorio que siempre han recibido y que les llamaba la atención aquí en la UNGS la dedicación y el cuidado especial que se les brindaba a ellas cotidianamente. Cabe acotar que, además de los temas generales me fueron solicitando de tratar situaciones laborales específicas dado sus experiencias anteriores, el encontrar otros momentos en los cuales tratáramos en particular los temas que ellas habían requerido consultar, lo agradecieron sinceramente. Esto me resultó altamente gratificante.
Como conclusión, puedo manifestar que a nivel personal y en el área que me compete quedé muy satisfecho por la experiencia y considero que me resultó a mi tan o más enriquecedora que a las propias trabajadoras y trabajadores.
Como última anécdota para ilustrar esta perspectiva, deseo compartir con los y las consejeras que, finalizada la relación laboral, algunos integrantes de las diferentes cooperativas me cruzaban por la UNGS y no solamente me saludaban o me consultaban algo, sino que reiteraban su agradecimiento por haberse sentido escuchadas y escuchados”.
Claudio Abrevaya


[1] A partir de los procesos de los últimos años, Vuotto identifica tres “modelos cooperativos” presentes en la Argentina: denomina “cooperativas integradas” a aquellas creadas a partir de una visión compartida entre sus socios fundadores y sustentadas en valores y principios del campo. Las cooperativas “reivindicativas” tiene como antecede inmediato anterior una experiencia de trabajo salarial en  una organización no cooperativa (en este tipo la autora incluye específicamente a las cooperativas surgidas de procesos de recuperación de empresas). Finalmente, las cooperativas “inducidas por el Estado” son las promovidas en el marco de las políticas y programas gubernamentales, básicamente destinadas a la generación de empleo en sectores con dificultades de inserción en el mercado formal de trabajo (Vuotto, Mirta: “El cooperativismo de trabajo en Argentina. Contribuciones para el diálogo social”. Oficina Internacional del Trabajo. Argentina, 2011).